lunes, 7 de mayo de 2012


Empiezo a no saber que decir. La verdad es que tampoco se bien lo que estoy pensando, o como debo contarlo. La verdad estoy escribiendo dejando simplemente que mi mente tome el control y se deje llevar por las punteadas de mis dedos sobre el teclado, mientras el sudor cae por mi frente en esta sauna que tengo por habitación, no me hace falta ir a un balneario para tenerla, se me nubla la vista y solo tengo la luz de la pantalla de mi ordenador, el resto de mi habitación yace oscura, entre sombras para evitar que la luz del sol entre por mi ventana y me haga sudar todavía más, parece que viva en una cámara de aire caliente que me está haciendo un efecto de “sopor” de “sofoco” que hace que mis ideas se difuminen como un las líneas de un oasis en medio del desierto, curvilíneas y ondulantes como el vientre de una serpiente en movimiento. Echo en falta los abrazos, bueno, en realidad no tanto como pensaba.



la#11

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