jueves, 14 de junio de 2012


No es que yo quiera ignorar la afectividad; sino que la afectividad también existe en el comercio. Nunca me gustaron las historias de amor. Casi no dicen nada. No creo en la relación amorosa en sí misma, eso es una invención de los románticos... Cuando se quiere contar una historia más precisa hay que buscar otros caminos. Creo que el ideal es un medio sublime"...

La bondad absoluta no existe, si acaso habría que buscarla en los monjes o en los azcetas, quizá ellos son los únicos que han encontrado una respuesta a la vida, por eso son los verdaderos marginados...

En realidad las relaciones que establecen los seres humanos entre sí son cínicas aunque teñidas de afectividad. Eso es lo que complica todo y al mismo tiempo proporciona argumentos que permitirían seguir escribiendo durante toda la vida.

Lo verdaderamente interesante es captar la variación que existe entre cinismo y afectividad, entender cual es el juego de proporciones. No hay nada más cínico que las películas sentimentales; yo prefiero el cinismo manifiesto.

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