Durante algunos segundos había vuelto. Aquél chico de 17 años que torpedeaba su
corazón con razones y variables. Aquellas teorías que me hacían pasarlo realmente
mal porque lo que realmente valía era lo que se sentía, sin pensar en si dolía,
convenía o incluso empeoraría.
Como un niño con una
nueva experiencia. La montaña rusa de las sensaciones se ha apoderado de mi de
nuevo y me alegro por ello. La frialdad de cálculo y el temor a lo que pudiera
pasar retoza en otros tiempos verbales. Agradecido, completamente agradecido a
esa sensación, indescriptible a mi edad y bienvenida por otro. Acompañada de
palabras, juegos y estudio.
Un secuestro, los placeres culpables, el alcohol, el charlar a todas horas, el uno contra uno, el ¡cuidado no te caigas!, cogerse del brazo, ir en chándal, salir de fiesta, reír y sonreír, la soberbia pactada, las críticas acompañadas, las estrategias controladas, la competición edulcorada, el sol que quema, las pecas, la timidez y la vergüenza, la vergüenza de la timidez, el chocolate, el dormir acompañado, la izquierda, la exclusividad, el dormir solo, el ron, el subidón de la light, el "cariño", el me gustas, la vestimenta, el volver a dormir poco, los masajes, los "bah", las croquetas, la horchata, los suspiros…
Un secuestro, los placeres culpables, el alcohol, el charlar a todas horas, el uno contra uno, el ¡cuidado no te caigas!, cogerse del brazo, ir en chándal, salir de fiesta, reír y sonreír, la soberbia pactada, las críticas acompañadas, las estrategias controladas, la competición edulcorada, el sol que quema, las pecas, la timidez y la vergüenza, la vergüenza de la timidez, el chocolate, el dormir acompañado, la izquierda, la exclusividad, el dormir solo, el ron, el subidón de la light, el "cariño", el me gustas, la vestimenta, el volver a dormir poco, los masajes, los "bah", las croquetas, la horchata, los suspiros…
Nos sobraron ganas, nos faltó tiempo; repetiremos.
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