domingo, 29 de abril de 2012




Normalmente percibo el baloncesto en catalán, como me lo han enseñado y como lo he aprendido, pero hoy, haciendo una pequeña escepción, lo contaré en castellano ya que quiero que todo el mundo sea partícipe de las sensaciones que nos abordaron el pasado sábado 28 de mayo a las 10 i 17 minutos de la mañana en una pista de la escuela Vedruna-Gràcia donde entreno un Mini masculino del 2001.

Durante la semana previa al que califiqué como el partido más importante hasta ahora de la temporada, los jugadores recibieron una alta carga competitiva en sus sesiones de entrenamiento. Este pasado sábado llegaba el único equipo en esta Fase Regular que nos ha podido ganar y jugar con solvéncia y sinceramente, les teníamos ganas, ya que nos separaba una derrota para poder seguir al frente de la clasificación y nos queríamos quitar esa pequeña espina que se nos clavó en el partido de ida, en su casa, donde perdimos de 26 puntos.

Perdimos 60-75 (10-8/10-10/9-2/11-12/6-15/13-13/0-4/1-11).
Si observáis los parciales, jugamos una gran primera parte pero ya en la segunda, sobretodo en los dos últimos cuartos, pinchamos en algunos aspectos que debemos mejorar y que ya analizaremos durante las siguientes sesiones...

Dejando las cuestiones más analíticas, decir y comentar que el sábado, después del partido, mucha gente que me aprecia y sabe como lo vivo, pensará que fue un día oscuro y triste despúes de la derrota. Nada más allá que la realidad:

El partido fue una maravilla y para nada fue un día triste. Jugar contra el líder siempre significa un privilegio y uno de los días más felices de la temporada. Estoy orgullosísimo de entrenar y disfrutar de este Mini'01, pese a que últimamente hemos tenido algunos problemas extra-deportivos.
Durante el partido, después de ir ganando y haciendo un baloncesto bastante decente es normal que en los últimos dos cuartos, con toda la presión del mundo y despúes de haber ganando partidos importantes en esta segunda vuelta, es casi habitual que los niños se puedan relajar. Cuando consigues cosas mayores caes en la relajación pero el sábado fuimos capaces de plantar cara en 6 cuartos y no rendirnos. Lo teníamos ganado, pero faltaban 12 minutos por jugar donde nos faltó frescura.

Es normal que los niños y el entorno estén tristes, unos 'saben' lo que ven y los otros son niños que estan empezando a entender este juego. Al terminar el partido, el rival, lo celebró muy efusivamente con gritos de "campeones, campeones". Estuvimos bien, pensad que el rival montó esa fiesta porque la organizamos nosotros y se lo pusimos difícil, por eso estaban tan y tan contestos.

Es díficl a veces manejar el juego, pero nosotros, los entrenadores tomamos decisiones y a veces nos equivocamos, igual que padres, árbitros y niños. Pero para eso estamos, para jugar grandes partidos y seguir aprendiendo día a día y reinventarnos en todo momento. Cuando nos quitamos la tensión, somos capaces de todo, así que seguiremos trabajando con la ilusión del primer año para poder competir en los 4 partidos que nos quedan juntos.

Seguiremos trabajando ya que no hay nada imposible, porque los sueños de ayer son las esperanzas de hoy y pueden convertirse en realidad mañana...


la#11

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